Reseña: Alejandro Vargas | @Alex_Giovanni_V
Quien sea un verdadero fan de la multiaclamada cantante FKA Twigs, sabrá que el título utilizado para esta reseña puede caber perfectamente en cualquier otro de sus EPs y álbumes de estudio. En su tercer Extended Play, la autora de Hours y Two Weeks vuelve a dejarnos otras cinco canciones cargadas de contenido sexual y de deseo desenfrenado.
La portada surrealista refleja bastante bien el estilo deforme y a la vez terriblemente bellos de la producción. Los beats consistentes, deformados y perfectamente sincronizados con los sintetizadores a la trip hop están presentes desde el inicio con Figure 8 hasta el final con la macabra Mothercreep. Es verdaderamente interesante que el sonido que emana del disco sea de la misma calidad de su LP1 (2014), dado que en múltiples ocasiones es muy difícil que un artista lance al mercado un disco igualmente bueno que su predecesor en poco tiempo.
La creatividad de la británica y su voz celestial están en su punto cumbre. Tras escuchar canciones crudas y sugerentes como I'm your Doll y Glass & Patron es complicado no imaginarse una gran cantidad de representaciones visuales con alto contenido erótico. La combinación del concepto junto con los susurros y la delicadeza de las cuerdas vocales de Barnett demuestran una fragilidad inmensa por todos los sentimientos que son expuestos en los brevísimos tracks de M3LL155X.
Amor enfermo, posiciones sexuales, impotencia, deseo, deshumanización y depresión son algunos de los temas que la autora maneja en su última producción. Todos los elementos que la han hecho una de las cantantes más reconocidas de ésta década están presentes en el material y sin ninguna modificación.
La repetición de temáticas puede parecer un problema. La reinvención es uno de los procesos por los que todo artista debe de pasar para poder explorar todos los aspectos de su ser; y en ese sentido, FKA se ve un poco corta para las expectativas que muchos teníamos. Sin embargo, las canciones parecen representar la constante lucha que tiene la productora con su persona y quizás la temática de sus discos no deba cambiar hasta que finalmente pueda derrotar a sus pasionales demonios internos.
La intérprete que posiblemente nos dio el mejor disco del año pasado, ha vuelto a hacer una obra de arte sumamente emocional que es digna de escucharse hasta el cansancio y con la mejor calidad de audio posible.
Para termina, queda claro que Drebett Barnett (a.k.a FKA Twigs) es una mujer detallista, que expide un alto sentido de la belleza y que demuestra constantemente una fascinación amplia por los instintos carnales del hombre, y es que después de escuchar por cuarta vez los mismos temas de su propia voz, ya no nos queda duda de ello.