Reseña: @luissaviless
"Y estoy contento de tenerte cerca,
muy cerca de mí,
que me digas loco,
que me des de besos y que te rías de mí …”
Así es como comienza la primera canción que conocimos del segundo álbum como solista de León Larregui, que queramos o no, es uno de los personajes con más presencia e importancia dentro de la escena musical de nuestro país en los últimos quince años. Polémico, odiado, y muy amado por un gran sector de señoritas, el también vocalista de Zoé es ya uno de los personajes icónicos del rock mexicano. Es por eso que el lanzamiento de su segundo disco comienza a llamar la atención. Voluma es su nombre y ya se encuentra a la venta.
Un disco que no desagrada ni sorprende, 12 canciones bonitas, letras sin tantas metáforas espaciales, mucho más simples, directas y con demasiado amor para dar.
Solstis, primer disco de solista de León, sorprendió de alguna manera porque no sonaba para nada a Zoé, cosa que sucede muy frecuentemente cuando el vocalista de una banda se aventura como solista, generalmente los resultados son como copy paste de sus bandas. Claro que hay sus excepciones, pero en la mayoría de las veces suele suceder así.
El material fue grabado nuevamente en París, la capital del amor; mientras que la producción corrió a cargo de Adan Jodorowsky. Voluma sigue sin sonar a Zoé, lo que es un gran punto a su favor. Este álbum es diferente, se escucha a un León Larregui más íntimo y personal.
Influenciado nuevamente por la esencia de Serge Gainsbourg, algo de la mística John Lennon y hasta las baladas entrañables de Tod Rundgren. Como si fuera un álbum atrapado en el tiempo, las 12 canciones de Voluma caminan sin sobresaltos y bajo una misma línea que por momentos es luminosa, a veces obscura y otra reflexiva.
Locos es el primer gran gancho del disco, una letra que al instante te hace pensar en el ser amado y que en la nueva etapa de padre que Leon está viviendo, seguramente inspiró a frases como esta: “Sabes que quiero decir, ya no me mires así y si me ves yo puedo decirte que eres lo más bonito que he visto en toda mi vida”.
Zombies hace referencia a los que no dejan un instante las redes sociales y los problemas en los que se puede meter uno si abusa de ellas, más si uno está en una relación. Dicen que suele pasar. Tal vez esta canción sea la única que se acerca un poco al sonido Zoé, cerca de su final unos sintetizadores espaciales hacen recordar a algunas canciones de la banda. Lo mismo pasa en Visiones.
Mar, Tramanta, Visitantes, Luna Llena, Birdie y Cero no ser viven en el mismo universo de la magia del pop francés, elegantes y como una cena a la luz de las velas, se envuelven de atmósfera de magia, amor y paz, baladas soñadoras, reflexión personal y mucha miel que derramar.
Una de las canciones que un poco desentona del disco es Tiraste a Matar, sobre todo al ser una canción un poco más rítmica con más presencia de guitarras, además de romper un poco con la temática amorosa del disco. “Que pretendo ser perfecto, que no lo soy, me porteé como un pendejo. Perdóname. Pero tal como no lo dijo en alguno de sus canciones más famosas: “Siempre que me acerco al Fuego, Se me escurre el Diablo”.
Hace unos años, en programa especial sobre la historia de Zoé, León Larregui comentó una anécdota en la que Damon Albarn le reveló algunos secretos para crear buenas canciones. Voluma está lleno de canciones directas y sencillas que para algunos pueden resultar algo tediosas y aburridas, y para otros serán las mejores melodías de para dedicar del año.
Todo depende del cristal con que se mire y escuche: