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    sábado, 30 de abril de 2016

    Lo bueno, lo malo y lo feo del Vive Latino 2016





    Por: Gerardo Juárez | @gerardogayo
    Fotos: Luis Avilés | @luissaviless

    Son las 14:45, ya estoy en el punto acordado, casi a tiempo… ¡casi! La cita era a las 14:30. El sol está pegando bastante rico y me subo al coche; ya voy en camino a la edición XVII del Vive Latino. Durante el viaje me pongo a pensar que ya he pasado por varias ediciones de este festival e indudablemente he sido testigo de grandes momentos. Recuerdos llenos de presentaciones memorables, la combinación del Paketaxo® y las cervezas Tecate®, sin olvidar la clásica torta de tamal para el bajón, ya son toda una experiencia año con año en compañía de los buenos amigos. A pesar de ello y después de este repaso, aún me considero un simple entusiasta en busca de conservar la tradición que muchos han estado manteniendo desde finales de la década de los noventas.

    Este monstruoso festival nunca me ha decepcionado, dejando pequeños espacios para bandas que he visto en recintos honestos y lejos de la pretensión dentro y fuera de la <escena>. Foro Alicia, Imperial o hasta Casa iWay dan albergue a proyectos que sorpresivamente suelen colarse al cartel. Ahora bien, ya sea Panteón Rococó o Big big Love los tickets siguen volando año con año, y reafirman la importancia de un festival que en esta ocasión dio sus primeras señales de decadencia.

    Después de la bonita reflexión, al estilo del GOL, ERROR Y FIGURA (Lo bueno, lo malo y lo peor) nos vamos con lo más relevante del festival según Joyride Magazine:


    LO BUENO
    La inclusión de bandas como Easy Easy y Kanaku y el Tigre merecen un aplauso, difícilmente se verá el regreso de propuestas tan interesantes y poco convencionales en México, vaya suerte que tiene Guatemala y Perú consecutivamente. Los promotores de shows en México únicamente clavan el ojo a proyectos tipo Wookies.

    Javier Blake, Tungas y Extrañando Casa fue tan 2001. ¡Bravo!

    Al parecer Plastilina Mosh cobró su cheque horas previas a su presentación, en esta ocasión no se les vio con tanta flojera para tocar.

    The Chamanas es la banda revelación de este Vive Latino 2016.


    LO MALO
    Retrasos en los horarios, fallas técnicas y las bocinas en el Tecate Stage no eran de calidad Pioneer. Y muchos se quedaros con la sensación de no haber desquitado los 900 pesos que pagaron por un boleto para el festival. Oye Vive Latino, ¿qué te paso?

    Hubo un ligero chubasco, que no le hizo cosquillas a nadie.

    Las niñas gritonas no me dejaron escuchar a León Larregui.

    Telcel por fin fue “Territorio Telcel”, ¿pero y el resto de las compañías?

    Las aburridas canciones de DLD que nos hacen extrañar a Dildo.

    No Te Va Gustar, no me gusto.


    LO FEO
    El famoso puesto de tacos de Cochinita Pibil que se encontraba aun lado de la tienda de los Diablos Rojos cerró sin explicación alguna, vi el corazón roto de algunos que buscaban el puesto.

    El berrinche de Gepe ante los problemas técnicos de su presentación.

    El incómodo cuerpo policiaco que no me dejó tomarme mi six de cervezas a gusto, dio tristeza ver como la tradición fue boicoteada para esta edición.

    The Prodigy se me fue como agua, sentí que el setlist duro 15 minutos.

    Los cojines en el Stand Up comedy.

    Vive Latino tienes una deuda pendiente para la próxima edición, te mando un abrazo y nos vemos el próximo año.
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    Item Reviewed: Lo bueno, lo malo y lo feo del Vive Latino 2016 Rating: 5 Reviewed By: Redacción Joyride Magazine
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