Texto: Alejandro Vargas | @Alex_Giovanni_V
Fotos: Saul Aguilar | @saulsouls
Austin Tv, Hello Seahorse, Porter, Zoé, Los Románticos de Zacatecas, Vicente Gayo, Enjambre y DLD son ejemplos de bandas que son claramente identificables para cualquier persona que se haya interesado (o aún se interese) por la escena musical mexicana del siglo XXI. Sin embargo, en los últimos seis años, pocas agrupaciones han trascendido al nivel de los anteriormente mencionados.
¿A qué se debe éste fenómeno? ¿Apatía, desinterés, poca difusión o falta de propuestas interesantes? Es probable que sea consecuencia de las primeras tres; pero no me queda duda de que existen varias propuestas interesantes que nadie debería de pasar por alto.
Sadfields, Nelson y los Filisteos, El Shirota, Useless Youth, Casino Yonky, Wet Baes, Chawa, Jean Loup, Mint Field y Bangladesh, son sólo algunas de las nuevas propuestas que tienen todo el potencial de crear una renovada e interesante escena nacional; quizás sólo falta que ellas mismas se la crean para poder consolidarse.
Claveria 22, Dirty Sound Foro y el Foro Indie Rocks son recintos que han contribuido al crecimiento de los proyectos. También han jugado un papel primordial promotoras (¿o medios?) como PLOP Radio, 96/97 y Violencia River para la difusión y organización de los shows; los cuales, a diferencia de lo que se podría pensar, cuentan con un sonido impecable.
El día sábado 9 de abril, en el evento Casi No Somos Yonkys de 96/97, de la voz de los fans se escuchaban oraciones y preguntas que denotaban la emoción y el interés por las agrupaciones: "Después de ver a Sadfields te volverá la fe hacía la música nacional", "¿Verás a Jean Loup en Toluca? "¿Ya escuchaste el primer EP de Useless Youth?; la polifonía de voces representaba el envolvimiento de los asistentes con los artistas.
Es fácil dar cuenta de que cada una de las bandas tiene su propia y distintiva propuesta. Useless Youth incita a corear y bailar junto a sus ritmos provenientes de un cálido indie pop; Bangladesh a clavarse con sus complicadas transiciones armónicas y Sadfields a la reflexión e introspección psicodélica.
No se sorprendan si antes de terminar la década, las playeras con la imagen deprimente y oscura de Sadfields, o las stickers con el logo de Useless Youth, comienzan a abundar en las calles de la Ciudad de México. El futuro de la música en México apenas está en su etapa inicial y seguramente querrán ser parte ella.
