Texto: Alejandro Vargas | @Alex_Giovanni_V
Fotos: Saúl Aguilar | @saulsouls
El Festival Templos Violentos mostró un panorama limitado pero suficiente de la escena emergente nacional. En el evento, bandas como Sadfields, Vaya Futuro, Jean Loup y Chawa, tuvieron presentaciones con la calidad suficiente para interesar al gran aforo que se dio cita a Bajo Circuito el pasado viernes.
Quien haya ido a descubrir nuevas propuestas, seguramente no salió decepcionado, de eso estamos seguros.
El evento sirvió para reafirmar la importancia de sus headliners. Desde el año pasado, Vaya Futuro y Jean Loup lograron mantenerse presentes en el panorama emergente debido a sus constantes presentaciones y a la buena aceptación que tuvieron sus extended play y discos de estudio. Todo ello se vio reflejado en los shows que ofrecieron en Bajo Circuito hicieron notar el esfuerzo técnico y creativo que les ha permitido obtener un grupo ya establecido de seguidores.
Además, la integración de bandas como Sadfields y Chawa mostraron que las agrupaciones que apenas comienzan ya están a punto de posicionarse por el morbo que causan sus shows en vivo.
En otras cuestiones, el festival tuvo una excelente organización: no hubo mucho tiempo de espera entre bandas, el acceso fue rápido y el sonido no falló en ninguna ocasión.
En síntesis, Templos Violentos fue un gran festival, no sólo para los seguidores de la escena emergente, también para los curiosos que apenas empiezan a interesarse en lo mucho que puede ofrecer la música nacional.
Fotos: Saúl Aguilar | @saulsouls
El Festival Templos Violentos mostró un panorama limitado pero suficiente de la escena emergente nacional. En el evento, bandas como Sadfields, Vaya Futuro, Jean Loup y Chawa, tuvieron presentaciones con la calidad suficiente para interesar al gran aforo que se dio cita a Bajo Circuito el pasado viernes.
Quien haya ido a descubrir nuevas propuestas, seguramente no salió decepcionado, de eso estamos seguros.
El evento sirvió para reafirmar la importancia de sus headliners. Desde el año pasado, Vaya Futuro y Jean Loup lograron mantenerse presentes en el panorama emergente debido a sus constantes presentaciones y a la buena aceptación que tuvieron sus extended play y discos de estudio. Todo ello se vio reflejado en los shows que ofrecieron en Bajo Circuito hicieron notar el esfuerzo técnico y creativo que les ha permitido obtener un grupo ya establecido de seguidores.
Además, la integración de bandas como Sadfields y Chawa mostraron que las agrupaciones que apenas comienzan ya están a punto de posicionarse por el morbo que causan sus shows en vivo.
En otras cuestiones, el festival tuvo una excelente organización: no hubo mucho tiempo de espera entre bandas, el acceso fue rápido y el sonido no falló en ninguna ocasión.
En síntesis, Templos Violentos fue un gran festival, no sólo para los seguidores de la escena emergente, también para los curiosos que apenas empiezan a interesarse en lo mucho que puede ofrecer la música nacional.