Por Danny Sifuentes | @HopelessDanny
La banda inglesa quiso reconectar y regresar a las bases de lo que eran. Crearon este concepto con la tercera Guerra Mundial y un mundo dirigido por drones y como había mencionado anteriormente Matt Bellamy: “... éste álbum explora el viaje del ser humano, su abandono y la pérdida de esperanza, su adoctrinamiento por el sistema para ser un drone humano, y eventualmente la deserción de sus opresores.”... así pues, se aferraron a la esencia que los caracteriza.
Líricamente pasaron a ser forzosos, aburridos y sin creatividad. “Your ass belongs to me now” en Psycho y la cantidad de veces que mencionan “Drones” en cada canción comprueban este hecho.
Los versos en algunos tracks son mucho más poéticos y pintan un matiz que le da algo de significado profundo al concepto del disco como “Absent gods and silent tyranny, we're going under hypnotized by another puppeteer. And tell me why the men in cloaks always have to bring me down. Running from the ghosts and shadows, the world just disavows”, y lo hacen bueno si uno se va a concentrar en las letras.
El álbum es como una montaña rusa. Comienza arrastrándose desde Dead Inside a Mercy, mientras sube poco a poco con Reapers (a excepción de Revolt que es como una combinación de Mika y U2) hasta llegar a la cima con Aftermath, para terminar cayendo en picada al fondo con los tracks The Globalist y Drones.
Drones es bastante sólido instrumentalmente. Muse no deja de sorprender –para bien o para mal– y éste puede llegar a ser un álbum que se llegue a disfrutar si dejamos de lado las letras. Además está el hecho que dejaron un poco de lado lo electrónico y se concentraron en mejorar sus principales instrumentos haciendo su estilo más heavy en este álbum, y por supuesto los vocales de Bellamy que no pueden decepcionar nunca.
Reapers, The Handler y Aftermath son el punto más brillante de Drones y se sienten genuinamente nuevas e interesantes. The Handler da lugar a cada miembro de brillar como si fuera una grabación recién salida de las sesiones del Absolution. Aftermath es la Explorers de The 2nd Law y en realidad es una muy buena balada.
The Globalist no fue especial, que no debería ser el caso para la canción que se supone iba a ser Citizen Erased 2. Las expectativas eran muy altas.
Finalmente Drones es un track muy flojo que definitivamente no le da el cierre que se merece a éste álbum.
Lo decepcionante es saber que Muse tiene la capacidad de hacer mejores canciones que sean placenteras y se puedan disfrutar, pero que esta vez escogieron el camino fácil trayendo sus viejas melodías y sus coros poperos escritos sin sentimiento. Es oírlos fallando de nuevo donde pudieron alcanzar el irrefutable potencial para hacer otro grandioso álbum consistente.
Muchos de los tracks se pueden comparar con otros escritos en el pasado. Dead Inside es reminiscente de Undisclosed Desires, Mercy es claramente la versión 2.0 de Starlight, y Psycho puede pasar como el gemelo perdido de Uprising con las guitarras distorsionadas y sintetizadores.
Con Drones tu manera de ver a la banda no va a cambiar. Si no te gustaban antes, este álbum no lo va a cambiar y si ya te gustaban, van a seguir haciéndolo. Después de escuchar la nueva placa, quedan dudas sobre el futuro de Muse: ¿se abrirán camino para ir en una dirección diferente en el futuro a la que sé se le sacará filo?, ¿nos volverá a dejar sorprendidos como en aquellos años lejanos?
Líricamente pasaron a ser forzosos, aburridos y sin creatividad. “Your ass belongs to me now” en Psycho y la cantidad de veces que mencionan “Drones” en cada canción comprueban este hecho.
Los versos en algunos tracks son mucho más poéticos y pintan un matiz que le da algo de significado profundo al concepto del disco como “Absent gods and silent tyranny, we're going under hypnotized by another puppeteer. And tell me why the men in cloaks always have to bring me down. Running from the ghosts and shadows, the world just disavows”, y lo hacen bueno si uno se va a concentrar en las letras.
El álbum es como una montaña rusa. Comienza arrastrándose desde Dead Inside a Mercy, mientras sube poco a poco con Reapers (a excepción de Revolt que es como una combinación de Mika y U2) hasta llegar a la cima con Aftermath, para terminar cayendo en picada al fondo con los tracks The Globalist y Drones.
Drones es bastante sólido instrumentalmente. Muse no deja de sorprender –para bien o para mal– y éste puede llegar a ser un álbum que se llegue a disfrutar si dejamos de lado las letras. Además está el hecho que dejaron un poco de lado lo electrónico y se concentraron en mejorar sus principales instrumentos haciendo su estilo más heavy en este álbum, y por supuesto los vocales de Bellamy que no pueden decepcionar nunca.
Reapers, The Handler y Aftermath son el punto más brillante de Drones y se sienten genuinamente nuevas e interesantes. The Handler da lugar a cada miembro de brillar como si fuera una grabación recién salida de las sesiones del Absolution. Aftermath es la Explorers de The 2nd Law y en realidad es una muy buena balada.
The Globalist no fue especial, que no debería ser el caso para la canción que se supone iba a ser Citizen Erased 2. Las expectativas eran muy altas.
Finalmente Drones es un track muy flojo que definitivamente no le da el cierre que se merece a éste álbum.
Lo decepcionante es saber que Muse tiene la capacidad de hacer mejores canciones que sean placenteras y se puedan disfrutar, pero que esta vez escogieron el camino fácil trayendo sus viejas melodías y sus coros poperos escritos sin sentimiento. Es oírlos fallando de nuevo donde pudieron alcanzar el irrefutable potencial para hacer otro grandioso álbum consistente.
Muchos de los tracks se pueden comparar con otros escritos en el pasado. Dead Inside es reminiscente de Undisclosed Desires, Mercy es claramente la versión 2.0 de Starlight, y Psycho puede pasar como el gemelo perdido de Uprising con las guitarras distorsionadas y sintetizadores.
Con Drones tu manera de ver a la banda no va a cambiar. Si no te gustaban antes, este álbum no lo va a cambiar y si ya te gustaban, van a seguir haciéndolo. Después de escuchar la nueva placa, quedan dudas sobre el futuro de Muse: ¿se abrirán camino para ir en una dirección diferente en el futuro a la que sé se le sacará filo?, ¿nos volverá a dejar sorprendidos como en aquellos años lejanos?