Todos conocemos esta historia; hace más de tres décadas la naciente banda New Order intentaba dejar atrás un fantasma llamado Joy Division. Los británicos capturaron un sonido nuevo, más avant garde, escapaban de ese sonido post-punk que aún los perseguía en sus primeras composiciones. NO no la tuvo fácil, abrirse paso y ganarse el respeto, después de haber creado una banda de culto como lo es Joy Division, no es tarea fácil.
A mediados de la década de los 80, NO publicó Low Life y Brotherhood, tercera y cuarta placa de la banda que fueron definitivas para el reconocimiento de NO dentro de los fans, los charts y de la crítica especializada. NO consolidó un sonido único y finalmente escapó de Joy Division.
Peter Hook & The Light se presentó en El Plaza Condesa para rendir honor a estos álbumes fundamentales para la historia de NO, sí… Peter Hook no es New Order; sin embargo, lleva en sus hombros el peso de haber compuesto y producido el vasto catálogo de sus dos bandas. Así de simple, al tener de frente a Peter Hook sabes que estás viendo una pieza de la historia de la música.
La noche estuvo dispuesta para la nostalgia. Afuera de El Plaza una alfombra de playeras con la portada del Unknown Pleasures estampada daba paso a la entrada. The Light, formado por Jack, hijo de Hook, Andy Poole y los ya viejos compañeros en su proyecto alterno Monaco; Paul Kehoe en la batería y David Potts en la guitarra. Peter salió al final portando orgullosamente una playera de la selección mexicana con su apodo estampado en la espalda.
Hook no se anduvo con rodeos, tomó su bajo Gibson y dio las primeras notas de Atmosphere. La noche ya estaba hecha apenas con el aperitivo que Hook traía: un set de Joy Division compuesto por sus mejores tracks; Insight, Isolation, Transmission, sus tracks más fuertes Dead Souls y She's Lost Control, y por supuesto, Love Will Tear Us Apart.
Después de un breve tiempo fuera de estrado, Hook y compañía regresaron al escenario esta vez en su faceta de NO, pero para sorpresa del público no inició con el Brotherhood, sino con canciones que rara vez son tocadas: Thieves Like Us y Let's Go.
Brotherhood fue tocado en su totalidad y en orden, la pieza que faltó fue State of the Nation, que sólo fue incluida en el álbum a partir de la publicación del álbum en CD. El mejor momento del set fue cuando se escucharon los primeros beats de Bizarre Love Triangle, aunque Hook hacía lo suyo en el bajo, su voz más dura contrasta con el tono de Sumner en la canción original. Todo el foro coreó a toda garganta y de pronto estábamos en el Madchester de los 80, en plena Factory.
Otro encore abrió paso a Low Life, uno de sus mejores álbumes y el que en definitiva les otorgó identidad propia. The Light brilló más en este set; David Potts tomó el lugar de la voz de Sumner con una vocal más similar mientras Paul Kehoe mezcló secuencias con percusiones en vivo. Hook paseaba con el bajo por el escenario, recordando que es el hombre que está a cargo.
La noche estuvo cargada de momentos memorables donde figuraron las canciones del Low Life en versiones más energéticas. Sunrise, Subculture y The Perfect Kiss en su versión extendida, que replicó lo que pasó en BLT. Aunque el show estuvo todo el tiempo con una iluminación muy pareja y pobre, finalmente se puso a tono para el momento más épico. Hook se sentó bajo una luz puntual para tocar Elegia, pieza instrumental que pareciera extraída de un soundtrack electrónico de Ennio Morricone.
Peter & The Light había hecho la noche, dos entregas de los álbumes más importantes para la formación de NO, un par de canciones más y un set de temas de Joy Division, pero para Hook no era suficiente… Aunque se percibía agotado, Hook entregó otro set con hits de NO, sí… otro set que transformó al Condesa en el Factory en su pleno auge, Blue Monday, Ceremony, True Faith y Temptation fueron los tracks de clausura que lograron conectar con los fans que no paraban de corear y cantar.
Hook demostró que es (aún) pieza clave de NO, y que The Light no es tan sólo una banda tributo. Lo que ofrecieron es un esfuerzo para complacer a los fans de hueso colorado, un tributo a los melómanos que conocen de pies a cabeza el trabajo de NO y de Hook, quien nos hizo vivir una parte de la historia de la música a través de su entregado y honesto performance.
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