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    lunes, 28 de marzo de 2016

    El arte contemplativo de 'El Poeta Halley': reseña a Love of Lesbian


    Texto: Aldo Mejía | @_HeyAldo

    Hace unas semanas salió El Poeta Halley, el octavo disco de estudio en la carrera de Love of Lesbian, y luego de unas intensas sesiones escuchas, nos animamos a hacer el intento de descifrar las letras y sonidos que produjo el grupo luego de un año sabático.


    Planeador, la canción con la que abre el disco, es un canto a la inspiración. Esa musa caprichosa a la que hay que hacer tributos de noches en vela por temor a que no aparezca la próxima vez que se siente, en este caso Santi Balmes, frente a una hoja en blanco. Ese temor no es para menos cuando el inventor del poeta Halley elevó las expectativas de sus seguidores con su trabajo anterior; la pesadilla aumenta al día siguiente porque el artista se levanta para vivir un día más consigo mismo.

    Cuando el pánico entra a escena, el artista, ruega porque Inspiración aparezca y le permita escribir un poema decente, ya no digamos una de esas canciones que marcan, inclusive, la piel. Pero el artista no se da cuenta que en su petición va la poesía implícita.

    Musicalmente, el tema no es difícil de digerir, y los casi seis minutos pasan volando. Y ya está, se ha supera esa segunda frontera -la primera es la del sencillo inaugural- que tanto miedo da cuando una banda lanza un nuevo material inédito.

    La siguiente canción, Bajo el volcán, aparece sin permitir un respiro para digerir a su predecesora. Y nos damos cuenta de que Inspiración respondió al llamado. Esta es una historia de alguien que llega a una relación para destruir todo a su paso. Alguien que cobra conciencia de todo el mal que puede hacer y por ello decide exiliarse y vetarse de la vida de aquella a quien amó.

    El desarrollo musical asemeja al propio viento que va aumentando su fuerza gradualmente hasta explotar. Empieza, va y viene una melódica guitarra que se ve superada por el bajo y la batería en el coro; regresa y vuelve a ser superada. Entonces viene el ojo del huracán: un puente musical que rompe con un ritmo que pareciera ser de una canción diferente. Para el final, la melódica guitarra no va más, se le ha metido un pedal que la distorsiona y se va con fuerza. A diferencia del huracán.

    Cuando No Me Ves es un canto a todo eso que el artista no se atreve a decir cuando está en presencia de la persona que es objeto de su ansia de posesión. A los más oscuros, bajos y pasionales pensamientos que vienen con el valor que no está siendo observado. A diferencia de la anterior, esta canción es mucho más uniforme en su estructura musical, que va de un ritmo rápido y constante.


    Cuando la banda barcelonesa estaba grabando este disco, Julián Saldarriaga (guitarra) escribió un diario para el portal Mondo Sonoro en el que relataba la experiencia de volver al estudio. En él, Julián advirtió que las letras no eran sencillas y demandaban la participación de quien lo escucha. Y sobre advertencia…

    Los Males Pasajeros, una canción con letra difícil. Parece que el título podría explicarlo todo, pero este track se compone de pequeñas ideas felices, contrariadas, sinsentidos, optimistas. Es algo muy parecido a la vida misma enfundada en una melodía tranquila.

    Es un hecho que si algo rige la vida de las personas es el sexo, y canciones sobre esto hay muchas; Incapacidad Moral Transitoria (I.M.T) se suma a ellas y nos deja una importante lección: no hay peor cosa que arrepentirse de lo que se ha hecho. “No se salva nadie, los ángeles también pagarían por sentir mi euforia, gloria, aunque luego se sintieran como alada escoria, Dios les odia”. Ese tipo de líneas van acompañadas de una reiterativa guitarra y sintetizadores discretos, pero siempre presentes.

    Love of Lesbian domina la destreza de hablar de historias que ocultan en su trasfondo algo más. En Busca del Mago cuenta la historia de un pájaro que está a punto de quedarse sin su mago, al que siempre perteneció; éste le abre las ventanas y le ofrece su libertad como último acto de ilusionismo, pero el pájaro se niega a volar pues se convence de que sin mago no hay magia. Hasta que recuerda que a nadie pertenece, encuentra a otro mago y olvida al anterior. Detrás de esta tristísima historia está oculta la del amor.

    Dentro de la instrumentación encontramos algo poco usual en los recursos de esta banda: una caja de ritmos, que no sustituye a la batería en absoluto; la guitarra en tonos bajos y con delay suena a lo lejos y con ella salen las últimas notas del track. Sin embargo, aquí sí notamos que los instrumentos son relegados a un segundo término para enmarcar una historia que puede pasar por una fábula.

    Las guitarras acústicas de Océanos de Sed, de principio a fin, se ven a merced de unos dominantes sintetizadores y de una batería que se va engrandeciendo conforme se desarrolla la canción. La letra habla del intento de llevar a las últimas consecuencias una ruptura amorosa, fallando misteriosamente por la curiosidad de lo que falta por descubrir en la galaxia del otro.

    La octava pista del álbum es un recordatorio de todo lo que conlleva enamorarse más allá de las consecuencias físicas, que todo es por culpa de un proceso químico en nuestra cabeza y que la locura esa lo mejor que podemos aspirar. Psiconautas es la canción con mayor duración y la que mejor desarrollo musical ostenta pues empieza con un ritmo muy marcado y la inclusión de algunas trompetas para romperse con un extenso puente, como si estuviese sufriendo el ataque de alguna enfermedad mental que la trastorna y la vuelve oscura.


    En este álbum, Santi toca pequeños pedazos de la experiencia humana de estar vivo; pareciera ambiguo el concepto, pero Canción de Bruma trata de la incertidumbre del no saber qué va a pasar a continuación en la relación. Es decir, exploran desde el amor más loco hasta la desesperanza de ver que todo se va al traste.

    Esta es la canción más lenta y tranquila, se quitan por un momento los disfraces y se desmarcan de toda faceta divertida para ponerse serios a la hora de tocar. Sólo guitarras y piano acompañan Santi.

    Probablemente toda persona llega a ese punto en el que tiene que plantearse en dónde está parado, qué es lo que ha hecho y si ha aprendido suficiente, o al menos lo más básico. Contraespionaje es eso y más: es permitirse cambiar principios antes de que lleguen los finales.

    La energía que podríamos llamar de rock que estaba presente a lo largo de los primeros temas se ha desvanecido. Eso no quiere decir que el álbum desmerezca, ni por un momento, pero se vuelve más difícil tratar de descifrar la música. La estructura pareciera más sencilla, pero hay arte en el saber cuándo no sobrepasarse con la instrumentación. Guitarra, batería, bajo, piano voz, todo, está al mismo nivel.

    Y de repente viene un quiebre en este orden que llevábamos el disco; aparece El Yin y El Yen para sacar de forma divertida el desprecio que nos hacen sentir algunas personas. Vuelven las guitarras, los teclados y un bajo matón, por darle algún verbo.

    El Ciclo Lunar de Halley Star nos lleva de vuelta al inicio del disco, Halley responde al llamada que se le he hizo. Inspiración vuelve para el gran cierre, como si no hubiese intervenido en lo que ya escuchamos. Reaparecen también la batería dinámica y una guitarra que nos remite al funk.

    En el cierre queda de manifiesto que la inspiración no es fácil de atrapar, de otra manera escucharíamos sobre El Poeta Halley al menos una vez al año. Ésta es una canción sobre el fino arte de escribir, con cuidado y miedo, pero siempre con esperanza de dar con la palabra justa.

    Y es ahí en donde reside lo singular del álbum en conjunto, no es la inspiración, son las palabras. Porque éstas llegan todos los días pero no todas terminan en un gran disco, a veces se quedan en papel. Es entonces que escuchamos un poema de Santi en voz de Joan Manuel Serrat.

    Cuesta trabajo imaginar estas canciones en un concierto porque el álbum obliga al disfrute contemplativo; a no hacer nada porque si no te pierdes de algún detalle. Este año nos toca ver a Love of Lesbian en Mexico dos veces, desde aquí empieza la nueva gira, la del viaje de Halley Star.


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