Las lámparas del lugar se movían de lado a lado, las luces color neón, el humo, los celulares en mano, las cámaras, las sombras de la cerveza, los bailes, las selfies, los brincos, los aplausos, los snaps y el tan reconocido símbolo de un corazón en lo alto era la atmósfera que se vivía en el lugar.
El jueves 22 de octubre, el escenario de SALA explotó con los tambores y melodías de Slow Magic. La cita estaba marcada a las ocho de la noche en el boleto, pero fue hasta 10 para las nueve que el escenario abrió con la participación de Apprenti. Con una playera negra tomó el mando de la mesa y comenzó a poner el ambiente, mientras el lugar empezaba a llenar su capacidad.
Una hora después, el lugar cambió al ambiente de Teen Flirt, que con su particular media cara tapada desafortunadamente, bajó la fiesta que se presenciaba en el lugar. Con sonidos electrónicos combinados con beats de rap y en un tempo lento, SALA comenzaba a llenarse pero muchos decidían sentarse; parejas diversas, grupos de amigos, hasta un par de viejitos se encontraban en el pequeño recinto esperando al alma de la fiesta.
Al punto de las 10:45 de la noche, el escenario empezó a ser despejado por el staff para que los tambores del más esperado, Slow Magic, tomaran lugar. Los asistentes al concierto se encontraban emocionados y ansiosos por la llegada de esa máscara luminosa de colores. Mientras se acomodaban los instrumentos, hubo algunas fallas que sólo podían ser arregladas por el mismo Slow Magic, por lo que tuvo que salir con la cara tapada y hacer los ajustes en su computadora. Gritos y aplausos acompañaban su salida y entrada a la tarima.
Dieron las 10:58 de la noche y las luces principales fueron apagadas para poder iluminar el escenario con luces rosas y amarillas neón. Las aclamaciones del público estaban presentes, exigían ver ya las luces de esa máscara que traería la fiesta de nuevo a SALA. En punto de las once, Slow Magic salió al escenario para comenzar el festejo al ritmo de Waited 4 U.
La euforia invadía el lugar, la gente se encontraba brincando, gritando y bailando las canciones que tanto habían esperado. Ritmos que no se escuchaban en vivo desde Bahidorá, se encontraban con mayor emoción en SALA. Esta vez no había ningún río que separara a toda la audiencia de la máscara colorida.
De repente, el hombre enmascarado en compañía de uno de sus tambores y baquetas, decidió bajar del escenario y continuar la canción rodeado de sus fans. Flashes y cámaras de celulares comenzaron a captar el momento tan inesperado. Aún con su artista favorito a centímetros, la gente guardó respeto y no intentó desaparecer este gran encuentro cercano.
A lo largo de una hora y treinta minutos, Slow Magic hizo la noche del 22 de octubre con temas como: Corvette Cassette, Girls, Closer, Hold Still, Bear Dance, On Yr Side, entre otras. Sin duda, el hombre que vive en el anonimato bajo una máscara colorida logró conquistar y hacer bailar a los mexicanos por segunda ocasión este 2015.