Texto: Fernando Prieto Arderius @fprietoarderius | editor contenidos Joyride Europa
Fotos: Clara Juárez y Wilma Lorenzo (última foto)
El triunfo del Indie: Izal en el Barclaycard Center de Madrid
Tocar en directo en el anteriormente conocido como Palacio de los Deportes de la Comunidad de Madrid no es cosa fácil. Desde su inauguración en 1960, artistas de la talla de Nirvana, The Cure, The Who, Depeche Mode, Red Hot Chili Peppers, Muse, The Killers, Franz Ferdinand, Arcade Fire, The Black Keys, The Prodigy, Blink 182 o Green Day han desfilado por este recinto multiusos que puede acoger en concierto a un total de 15.000 espectadores.
Si tocar allí no es fácil, llenarlo es incluso más complicado. En la última fecha de su gira, a Izal poco le faltó para hacerlo del todo. Tras varias ampliaciones de aforo por sold out, 12.000 personas se dieron cita el pasado 11 de abril para ver a una banda de pop/rock originaria de Madrid que empezó hace cinco años y que tras sólo un EP y dos LP´s autoeditados ha conseguido lo que ni ellos mismos se imaginaban. ¿Su secreto?
Ya lo apuntaban los teloneros Cyan, que no lograron encender el ánimo entre los cientos de asistentes que se animaron a acercarse al escenario. “Son un grupo humilde” -dicen en un discurso rápido tras saber que solo les queda un tema por tocar- que a través de “buenas canciones, ha llegado a dejar el Palacio de los Deportes así", comenta su cantante haciendo un último alegato antes de irse: "Hoy es un buen día para la música".
Las canciones de Izal, una formación joven, pero experimentada –sus componentes tienen años de trayectoria en diferentes bandas– son en general rápidas, animadas y pegadizas, con la guitarra eléctrica como protagonista.
Así lo demostraron desde el inicio en temas como Jenna Fischer o Asuntos Delicados, de su segundo disco (Agujeros de Gusano, 2013), y con una actitud siempre dispuesta para la fiesta. “Vamos a pasar una noche inolvidable" nos aseguraba su cantante Mikel Izal, que a lo largo de todo el concierto agradeció la gran afluencia de público.
Un público entregado, bailando y cantando prácticamente cada tema, como 28 horas o Extraño regalo del primer disco (Magia y efectos especiales, 2012) pero prácticamente inmóvil en temas del próximo trabajo aún sin publicar, como Con aire y hueso o Hacia el norte.
Las canciones de Izal, una formación joven, pero experimentada –sus componentes tienen años de trayectoria en diferentes bandas– son en general rápidas, animadas y pegadizas, con la guitarra eléctrica como protagonista.
Así lo demostraron desde el inicio en temas como Jenna Fischer o Asuntos Delicados, de su segundo disco (Agujeros de Gusano, 2013), y con una actitud siempre dispuesta para la fiesta. “Vamos a pasar una noche inolvidable" nos aseguraba su cantante Mikel Izal, que a lo largo de todo el concierto agradeció la gran afluencia de público.
Un público entregado, bailando y cantando prácticamente cada tema, como 28 horas o Extraño regalo del primer disco (Magia y efectos especiales, 2012) pero prácticamente inmóvil en temas del próximo trabajo aún sin publicar, como Con aire y hueso o Hacia el norte.
Sin artificios visuales demasiado llamativos, aparte de una serie de cubos de luz detrás de la banda, o una batería iluminada cual juego de Simon says previa a la aclamada Tóxica, destacó sobre todo en el concierto de Izal su actitud y su música, con numerosas apariciones de artistas invitados. Con Depedro tocaron la suave, Palos de ciego, con Juan Aguirre, guitarrista de Amaral –grupo mito del pop español– la bailable Magia y efectos especiales y la Premio Nacional de Músicas 2014, Carmen París, se subió al escenario del Palacio de los Deportes para deleitarnos con Agujeros de gusano.
Aun entre tanto tema rockero tuvimos tiempo para tomar un respiro y disfrutar de varios tracks de la banda en acústico, como A los que volveremos, o temas más antiguos de la banda, por ejemplo el folk de Eco, de su primer EP (Teletransporte, 2010).
Aun entre tanto tema rockero tuvimos tiempo para tomar un respiro y disfrutar de varios tracks de la banda en acústico, como A los que volveremos, o temas más antiguos de la banda, por ejemplo el folk de Eco, de su primer EP (Teletransporte, 2010).
Con la frase “que se caiga el Palacio” nos azuzaban en la última fase del concierto, y hasta los de las gradas más altas respondieron ante los hits que se avecinaban. Una gran cappela comunitaria siguió a Pánico práctico y con la tranquila y positiva Qué bien, el Barclaycard Center se convirtió en una gran fiesta multicolor instantes previos antes del final.
La breve pero intensa Despedida, la enérgica Prueba y error y su clásico La mujer de verde fueron las elegidas para culminar en su punto más alto casi dos horas del concierto de una banda de música independiente en una sala de primer nivel nacional e internacional. Sin duda, un buen día para la música.