Ya lo comentaba el cantante en su propia cuenta de Twitter el día antes del concierto. Durante la primera edición de Resa Rocks!, Carlos Sadness había vendido en Madrid todas entradas en la sala más grande en la que jamás había tocado. Ochocientas personas en total reunidas para verle en directo en el Teatro Barceló, antigua discoteca de la mítica franquicia ibicenca Pachá, que, hasta 2013 y durante 33 años, estuvo presente en el centro de la capital.
Bajo el seudónimo de Shinoflow, este ilustrador, compositor y cantante barcelonés comenzó su carrera en internet con temas de rap, subiendo a la red en 2007 su trabajo El Presidente de los Estados de Ánimo. Un par de años después ya era nombrado como “uno de los rostros para 2009” por el prestigioso diario El País.
Entre 2010 y 2011 entra en contacto con diferentes figuras y artistas de la escena independiente como Miss Caffeina y es invitado a participar en varios homenajes como al de la fallecida leyenda del pop español Nacho Vega. Su música da un giro radical en estos años y ya como Carlos Sadness publica en 2012 su primer LP Ciencias Celestes, bajo el sello Sony Music.
En la antigua Pachá, centro de reuniones de personajes como Pedro Almodóvar, Miguel Bosé e incluso Andy Warholl durante La Movida Madrileña, –sala de fiestas en los últimos años de la clase más pudiente de la capital española– Sadness venía a presentar el pasado 18 de abril su segundo disco, La Idea Salvaje (Sony Music, 2015) que sigue la línea marcada por su anterior trabajo; con melodías sentimentales de trip-hop que mezcla con canciones animadas entre el indierock y el indiepop, con algunos tintes de electropop.
Tras el concurso de teloneros entre el pop/rock en español de los murcianos Monono y las canciones en inglés más rockeras y potentes de los madrileños Bultur, con un visible mayor rodaje, –uno de los cuales será recompensado con tres días de grabación en Abuelita Estudio de Barcelona– Carlos Sadness salía junto a su banda al escenario del Teatro Barceló a las nueve y media de la noche.
Con su inseparable ukulele y su melena siempre al viento, el catalán mostró desde el principio sus ganas de bailar y de hacer bailar a un público joven –en su mayoría femenino y alrededor de la veintena de edad–, con canciones como El gran momento o Celeste; intercalados con temas más tranquilos del estilo de Perseide, Sputnik o Días Impares.
En sus directos, este artista muestra en sus tracks una gran versatilidad de estilo e instrumental. Se montó en el Teatro Barceló una auténtica fiesta –pocas veces he visto a unos asistentes tan entregados– durante la bailonga Miss Honolulu, Bikini o Au revoir, (de su primer LP Ciencias Celestes, Sony Music, 2012), pero con Feria de Botánica o Astronomía en el Tibidabo el respetable bajó los brazos durante unos instantes para emocionarse.
Según ha comentado el artista en alguna entrevista, todas sus canciones están basadas en hechos reales. Durante la casi hora y media de su concierto, Carlos Sadness siempre tuvo palabras para su público, haciendo una explicación abstracta de casi todos los temas que presentaba de La Idea Salvaje, disco conceptual que habla de una historia marcada por un viaje al espacio exterior. Pero antes de una canción, las palabras fueron muy concretas.
Se acaban los últimos compases de No vuelvas a Japón, (junto a Santi Balmes en el cd) cuando Sadness empezó a comentar que le es imposible atender a todos los requerimientos de sus fans en redes sociales, pero hoy va a hacer una excepción y va a ceder el protagonismo para que un chico le pida matrimonio a su pareja. Un bonito detalle que emocionó prácticamente a todos los presentes, mientras sonaba El día que volviste a la tierra; desde luego un momento único para el recuerdo.
Después de esta explosión de amor colectiva, sonó la suave Siempre esperándote con colaboración con otro de los grandes nombres del indie español, Iván Ferreiro, sin duda uno de los mejores temas de su antiguo trabajo Ciencias Celestes.
En un directo que repasó sobre todo temas nuevos, pudimos disfrutar en los instantes finales de su clásico Hoy es el día, la reciente Qué electricidad y de Monteperdido, del EP homónimo (Sony Music, 2014) que precedió a su último trabajo.
Tres temas que reventaron la sala e hicieron botar a todo el mundo –incluida la banda– en el sold out de Carlos Sadness en el Teatro Barceló, en una noche entre el amor y la fiesta en la noche madrileña.