Texto: Gerardo Juárez @gerardogayo | Fotos: Ana García
Ahora ya no puedo recordar cuando fue la última vez que asistí a una tocada en casa, seguramente puedo contarlas con una sola mano. Debió haber sido por mi paso en preparatoria cuando cualquier excusa era buena para faltar a clases, y buscar un buen lugar para chingarse una chela sin la necesidad de mostrar ID.
Es un domingo al atardecer, y ya voy media hora tarde al show, me es complicado llegar al lugar a pesar de ya haber estado ahí en un par de ocasiones. Me pierdo entre calles y pregunto a la señora de la tienda que sin mayor cuidado responde:
–La verda’ no sabría decirle joven.
La calle está escondida, pero finalmente la encuentro, al llegar me encuentro un amistoso letrero escrito en tinta roja que dice: “Gira en KAsas”. Mi amigo Víctor me espera afuera, “el güey de la casa”, “el güey del @Punkeando” escucho a algunos decir por todo el cuarto: él me recibe con entusiasmo, platicamos un rato y me indica hacía donde está el escenario; todo ocurriría en su propia sala. El lugar ya está casi lleno, todos parecen no temer al lunes y chelean con toda confianza, entre risas y voces dispersas, da comienzo un domingo en casa con Kill Aniston.
La antesala al acto principal corre por cuenta de Ribendel que empezaron a tocar con instrumentos peculiares que iban desde un acordeón hasta un par de cucharas. La mayoría de los asistentes aguardan sentados en los distintos puntos de la casa, escuchando un folk pop bastante agradable con sensación de granja.
Luego se sube Antonio Niram con un look a la Pete Doherty quien anima a su público que de manera reciproca responde coreando varios de sus temas, las mujeres no se pierden ni un solo instante. Antonio aprovecha el micrófono para hacer ligeras intromisiones, que generan risitas entre el público, Niram ya se siente más cómodo en el escenario. Miro el reloj y ya pasan de las ocho, es el turno de mis chavos los Camiches, quienes no pierden tiempo y montan en menos de 5 minutos sus instrumentos, a lo largo de su presentación suena un agradable set acústico preparado para el evento de esta noche.
Me miro ansioso y es que presenciar un show de Kill Aniston ha estado en mi lista de “Things to do” por mucho tiempo y a lo largo de sus intervenciones durante los demás actos, hacen crecer cada vez más mi impaciencia. El setlist es brutal, baja y sube mi ánimo, todos cantan, y sinceramente no puedo a ver a nadie callado. Josué cotorrea e interactúa con su público, se le nota bastante animado esta noche. Cantar Los Divorciados, nunca tuvo tanta fuerza, luego miro como alguien del público hace una llamada, supongo yo era iba para su exnovia, y es que mi impresión al verlo cantar me refleja harto sentimiento. Canciones emblemáticas como Afortunados, Catarsis y La Modelo del Año se pueden oír a varias casas a distancia. El final del show se distingue por la distorsión en la voz de Josué, ¡suena con madre!
Me duele la garganta, es un indicio de que fue un gran show. Ahora es momento de regresar a casa y buscar un taxi el domingo por la noche se convierte en toda una hazaña. Caminando entre calles, recapitulaba lo sucedido con una sonrisa en el rostro y es que a pesar de que no éramos más de treinta, estaban todos los que debían estar, nuestra presencia en un show de tal honestidad, no le pide nada a un Foro Sol abarrotado con más de veinte mil güeyes que no saben ni porque están ahí. ¡Enhorabuena por la ya exitosa Gira en KAsas.