Texto e ilustración por @la_gran_caca
¿No se han topado con el muchacho que nunca está en el concierto, pero siempre está?
Sí, el mismo que está ahí para a la banda a la que "tenía años esperando", pero jamás-jamás-jamás voltea a verla, la misma banda que, dice, escuchaba desde morrito. Es clásico verlo con un vaso de chela, la playera desgastada de la banda en cuestión (para denotar que siempre la ha amado) y los ojos bien saltones.
Es regular que el muy hijo de puta mentiroso se la pase viéndote a ti, en vez de la banda, o buscando a alguno de sus amiguitos, viendo quién más baila o lo que se le pinches ocurra. El hecho es que nunca voltea al escenario. Eso sí, nunca le vas a quitar los ojos de loco ni el vaso de meados que trae en la mano.