Texto: Fernando Prieto Arderius | @fprietoarderius Editor de contenidos Joyride Europa
Fotos: Amanda Loro | @AmandaOhara22
Los catalanes Delafé y las Flores Azules, dueto de pop-hop formado por Oscar D´Aniello y Helena Miquel han sido los encargados de inaugurar la nueva edición del ciclo de conciertos Sound Isidro, que a lo largo de los meses de abril, y sobre todo mayo, nos permitirá ver en directo a 25 artistas nacionales e internaciones de diversa talla en 11 salas de la capital española.
Anteriormente conocidos como Facto Delafé y las Flores Azules, este grupo comenzó a destacar en la escena independiente de Barcelona a través de sus melodías de trip-hop, grabando sus dos primeros trabajos bajo el sello Music Bus: Vs El monstruo de las ramblas, (2006) y En la Luz de la Mañana, (2007).
Ya en 2005 la prestigiosa RNE Radio 3 les otorga el premio como "Mejor maqueta del año 2004" por El Monstruo de las Ramblas, aunque es en 2008 cuando se dan a conocer a un mayor público cuando su canción Mar el poder del mar aparece en la campaña publicitaria de unos grandes almacenes.
En 2010 el grupo cambia de sello y de cara; Marc Barrachina abandona la formación y ésta se convierte en dúo, con nuevos componentes de soporte, destacando los instrumentos de viento. Habiendo cambiado de nombre, publican su tercer disco Vs las Trompetas de la Muerte (Warner Music, 2010), con sonidos más cercanos al pop pero aumentado la fuerza de sus directos, la cual han mostrado en festivales de la talla del FIB o el Sonorama.
El punto final de la gira por salas –que no festivales, irán al Arenal Sound o Low Festival– llegó el pasado viernes 20 de marzo en la sala Joy Eslava de Madrid junto a antiguos miembros de la banda (Las Trompetas de la muerte) y colgando el cartel de sold out.
En el antiguo teatro Eslava, –data de 1870, reconvertido en discoteca en 1981, figura clave durante la Movida Madrileña de los 80– estos barceloneses presentaban su último trabajo recopilatorio Estonosepara (Warner Music, 2014) , que recoge hits y temas inéditos de la banda.
Eran las 21 horas de la noche y tras el electropop melancólico del telonero Holbach, una sonriente Helena Miquel da la bienvenida a los asistentes.
"Estáis guapísimos" nos dice, mientras el resto de la banda se va posicionando. Antes de darnos cuenta, están sonando los primeros acordes de Volvemos a empezar de cero, de su cuarto trabajo De ti sin mí, De mí sin ti (Warner Music, 2013) doble cd que comparte 11 mismas letras pero bajo distintos ritmos, enfrentando sentimientos en 22 canciones en total.
Aunque esta noche hubo un sentimiento que se impuso a todos los demás: la alegría. Apenas han pasado diez minutos de concierto y Óscar ya está sudando por todo lo que salta y baila, contagiando su energía a los asistentes, que se mueven en el inicio del concierto al son de temas de los últimos trabajos de la banda.
De ti sin mí, Río por no llorar, Que sentido tendría o Cuando esto estalle se van sucediendo en un ambiente festivo, íntimo, de esos que surgen tras doce años en los escenarios, donde la complicidad es palpable entre los miembros del grupo.
Una comunión que se extrapola hacia los asistentes, treintañeros en su mayoría, entregados en clásicos como La Juani, El indio o Mar el poder del mar, con letras cargadas de positivismo que se intercalan con temas más nuevos como Intento o Espíritu Santo.
Delafé y las Flores Azules se mueve entre el pop, el hip hop, el soul o la electrónica en canciones de marcado tono reflexivo y sentimental –no es raro ver a parejas abrazadas en sus conciertos– pero que alcanzan un tono muy bailongo en sus directos, potenciado en este caso por el buen juego de luces de la Joy Eslava.
Los agradecimientos se suceden a lo largo del concierto: "Después de un año difícil" nos comentan, para ellos la implicación de los que van a los conciertos es fundamental. "Nosotros sin vosotros no somos nada" aseguran en un pequeño descanso para recuperar fuerzas.
Grandes ovaciones siguen a dos himnos de su primer EP (vs El monstruo de las Ramblas) La Fuerza y Enero en la playa –cabe destacar el estribillo cantado a cappela por el público– canciones suaves pero in crescendo, perfectas para caldear el ambiente hasta su ebullición en la recta final.
Los últimos compases son para No te dejaré nunca más y Cielo, más poperas y menos experimentales que sonidos anteriores, pero que en vivo producen el mismo buen resultado que otros temas más escuchados.
Con Solo palabras y Poquito a poco de La luz de La Mañana (2007) Delafé y las Flores Azules pone fin a casi dos horas de concierto muy intensas de principio a fin, hablando como siempre de tú a tú al público y con una actitud positiva y agradecida por bandera. Puede que este sea el final de su gira por salas, pero como ellos dicen, esto no es el fin. Dentro de poco es medianoche y la primavera ha llegado a la ciudad.
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