Por José Bautista
Una de las noticias más dolorosas de este
año fue la separación de The Whitest Boy Alive. Y es que el cariño mutuo entre
la banda y nuestro país era muy grande. En fin, aún vivíamos el duelo cuando Erlend
Øye lanzó su segundo material en solitario, Legao, aprovechando también el
descanso que se tomó con Kings Of Convinience.
A comparación con su primer disco, Unrest,
hace más de diez años, con la influencia de toda la oleada electrónica de
principios de siglo, este material es algo completamente nuevo para el
noruego.
La esencia de Legao es el reggae: ritmos
lentos, trompetas, coros fulminantes, guitarras con muchos rasgueos, todo ello
con la tranquila y hermosa voz de Øye. Sin embargo se puede identificar The Whitest
Boy Alive en el segundo sencillo, Rainman.
Garota fue el tema elegido para promocionar esta última placa. Es el tema del disco por la sencilla razón de ser el tema más formal que ha compuesto Erlend. No hablamos del mejor, sólo de la madurez que ha obtenido con el paso del tiempo en su trayectoria musical.
Si bien con La Prima Estate indicó Erlend un
cambio en la estructura de las canciones, los ritmos jamaiquinos inundan en
disco y son más evidentes en Fence Me In, Whistler o Lies Become Part Of Who
You Are. Esta última tiene algo en común con Peng Pong: a pesar del sonido
reggea podrían ser parte de una producción de Kings Of Convinience, es decir,
son exquisitas canciones.
Legao es un muy bonito disco, algo a lo que
nos tiene acostumbrados el oriundo de Bergen. A pesar del cambio que dio, fue
bueno. Como mencionamos, hay esencia de Kings Of Convinience y The Whitest Boy
Alive. Por último, aclaremos que se escucha una madurez compositiva en Erlend
sin perder su carismática forma de desempeñar este trabajo. Deseamos escuchar
este materia el directo.