Con tal sólo dos álbumes, Robert Alfons AKA TR/ST, se encuentra posicionado como un acto de culto y lo demostró con su lleno total en Pasagüero. Alfons acompañado en el escenario de Esther Munits en los sintetizadores y Anne Gauthier en las percusiones otorgaron una noche coloreada con una paleta de sonidos basados en el synth-pop de los 80 y el new wave.
Alfons abrió el escenario con Slightly Floating, desprendida de su segundo LP Joyland, en ese momento TR/ST había dado inicio a un ritual en donde el público demostró estar conformado por fans devotos, quienes corearon prácticamente todas las canciones y se olvidaron de los teléfonos celulares para dedicarse completamente a mover los pies en la pista de baile.
Con un ensamble sencillo y torres de luces sobre el escenario TR/ST continuó con Sulk, Icabod para así abrir paso al material de Joyland. Los beats de aderezados con la voz de Alfons marcaban el ritmo de la noche. Candy Walls y Heaven, sencillos de su primer placa, fueron el pretexto perfecto para demostrar la gama vocal del artista canadiense.
La presencia de Alfons inundaba el escenario, al igual que el público se entregó al baile y alzaba el puño en agradecimiento a la calurosa respuesta de la audiencia que no paraba de bailar. TR/ST regresaría de su encore con una pieza más instrospectiva, Are We Arc, Alfons demostró de nuevo sus cualidades vocales para después ser aplastada por la ráfaga de beats de Peer Pressure, canción con la cual dieron clausura y que sin duda nos remite a los tracks de dance más pegajosos de los 80.
Alfons y compañía complacieron a sus fans en su primera visita a la capital, nos queda claro por que es considerado un artista de culto: su capacidad vocal, su performance y dos LPs lo respaldan.
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