Pasaron un par de años para que el ahora
dueto conformado por Jacob Graham y Jonny Pierce, The Drums, regresara a
nuestro país luego de un Corona Capital en el que lograron congregar una
fanbase considerable, misma que ahora y en una de las últimas noches de octubre,
abarrotó las instalaciones de El Plaza en promoción a su más reciente material
discográfico titulado Encyclopedia, y así como su visita, pasaron
también un par de minutos luego de las 21 horas para que el conjunto
neoyorquino saliese al tétrico ritmo de “Bell Laboratories”, la
primera muestra de su más reciente álbum.
Ya introducidos en la enciclopedia, la banda continuó con una dupla de Telecasters alrededor de una batería adornada por una piña en el bombo con “Let Me”, una de las canciones más poderosas y que demuestra nuevamente el lado sombrío que la agrupación retomó en su nueva placa.
En compañía de una euforia traducida en
gritos y ovaciones por parte de un publico por demás animado, los cinco músicos
se vieron envueltos en los coros de “I Can’t
Pretend”, tema que
pese a su reciente salida, fue bien recibido y cantado con familiaridad en el
recinto al igual que “Kiss
Me Again”, acto
seguido, el conjunto regresó a su homónimo material debut con una canción
dedicada al fallecido mejor amigo de la banda con “Best Friend”.
Luego de un poco más de 30 minutos, el escenario se apagaría para dar paso a “Money”, uno de los momentos clave del concierto, y muestra de que The Drums es una de las agrupaciones que suena mejor rodeada de luces que en un formato discográfico. Después, uno de los entrañables momentos en forma de balada que la banda nos regaló: “U.S. National Park”.
Los neoyorquinos siguieron con material
proveniente de su era "Portamento" hasta terminar con “Wild Geese”, tema
con el que bajaron del escenario por unos cuantos minutos para regresar con un
set de clásicos y composiciones de hace cuatro años, en las que figuraron
tracks como “Forever and
Ever, Amen”, “Saddest Summer”, la conocidísima “Let’s Go Surfing” y el esperado cierre del show con “Down By The Water”.
Veinte canciones, movimientos de director de
orquesta por parte de Jacob Graham, una enorme caja que controlaba los
sintetizadores y secuencias del grupo, un guitarrista con los pantalones
arremangados a la Michael Jackson y el teatral e hipnótico baile de Jonny
Pierce, conformaron el perfecto final para decirle adiós a un surf que pocas
veces se ve en la ciudad de México.