Por José Israel Bautista
Por fin llegó.
El ahora trío neoyorkino, inspirador de muchas bandas desde hace más de 10
años, aquel grupo que tomó la batuta de los sonidos obscuros del postpunk de los 80, da a luz a su quinta
creación: El Pintor.
Después de
escuchar esta última entrega, nos damos cuenta que tan hermoso es Our
Love To Admire (2007), disco incomprendido por su obscuridad,
melancolía y misterio; sólo hace falta darle play a Pioneer to the Falls para saber de qué hablamos.
Te preguntarás por
qué retomamos aquel –sublime– disco, y es que al terminar las grabaciones de Our
Love To Admire comenzó la decadencia de Interpol. Fue el punto más alto al que pudo llegar.
Con el álbum Interpol
(2010) se notó una gran disparidad de sentimientos y sonidos. No se
solidificó el cuarteto, en ese entonces, y peor aún, Carlos Dengler no aportó el genio que le caracterizó desde el
inicio; sin embargo, con un apático desempeño creó el increíble bajeo de Summer Well, Lights y Barricade.
La fórmula de Interpol constaba de la imagen, voz y
atinadas notas de Paul Banks, de los
apasionados riffs de Daniel Kessler,
y del corazón de melódico de Carlos
Dangler y Sam Fogarino. Sin
estos dos últimos, la banda sólo sería una canción lineal que llama la
atención, bonita, pero sin fondo, sin corazón.
El Pintor es prueba de ello. Con un inservible intento por crear otro Antics
(2004), ponchado y lleno de guitarrazos, dieron luz un bizarro álbum sin esencia.
En Anywhere, la primera entrega del álbum,
se nota un gran esfuerzo de Daniel
por hacer un nuevo himno: el coro prende de maravilla; los versos son ágiles y
entretenidos, perfecta para cantar en vivo. Es muy bueno el juego de guitarras.
La batería es excelsa. El bajo… bueno, es el mejor de todo el disco, acompaña a
la perfección a Daniel y Paul. Es la canción de El
Pintor. De Ahí en adelante todo se viene a pique.
Para All the Rage Back Home, segundo sencillo del nuevo álbum, se hacen notar Kessler y
Fogarino excelentemente; Banks hace bien lo suyo. No hay más.
Otra rola que llama la atención es Everything is Wrong, delay a full y por
primera vez en el disco el cantante aparece.
El Pintor demuestra que Interpol implora un cambio. Y lo hace… miserablemente.
Aunque todavía hay espíritu de lo que alguna vez fue. Muestra de ello es Tidal Wave. No obstante, a El Pintor le hace falta corazón
Este álbum nos demuestra que cuando caes, puedes caer más. Del trío dependerá levantarse y renacer con una nueva promesa de lo que es Interpol. Que pueden volver a instaurar otro clásico como el perfecto, de principio a fin, Turn on the Bright Lights (2002). Aún tienen la fe de muchos fans.
Este álbum nos demuestra que cuando caes, puedes caer más. Del trío dependerá levantarse y renacer con una nueva promesa de lo que es Interpol. Que pueden volver a instaurar otro clásico como el perfecto, de principio a fin, Turn on the Bright Lights (2002). Aún tienen la fe de muchos fans.