Por Uziel Palomino | @uzielpalomino
Tras una breve aparición en uno de los
escenarios de aquella primera edición del Festival Corona Capital, la
agrupación liderada por Jake Snider visitó por segunda ocasión nuestro país sin
intenciones claras por promocionar algún nuevo trabajo de estudio; sin embargo,
el quinteto ejecutó un enérgico desfile sonoro compuesto por varios de los
temas que han consolidado su discografía. Desde canciones provenientes de sus
materiales lanzados por Suicide Squeeze Records, hasta clásicos del Omni y
composiciones más recientes de su último álbum, Infinity Overhead.
Minus The Bear, uno de los grupos con mayor
trayectoria de la ciudad de Seattle, tomó las instalaciones de El Plaza Condesa
en punto de las 20:30 horas. Pedales conectados, sintetizadores en tono,
secuencias organizadas, guitarras afinadas, bebidas preparadas, y la rápida
llegada de los asistentes advertían el comienzo del mes con uno de los mejores
conciertos de segunda mitad del año.
Los originarios de Washington comenzaron su
presentación con el primer sencillo de su más reciente título, mismo que fue
lanzado hace un par de años, Steel And Blood; golpes fuertes de guitarra, coros
pegajosos, y algunos gritos altos a sangre y acero marcarían el preparativo que
daría inicio a un tema icónico del Omni, su cuarto larga duración, My Time.
Minutos después de la intervención de los sintetizadores, el curso del disco
siguió con Summer Angel, favorita por sus notas de guitarra, sus solos en Wah
Wah y su forma de balada.
Minus The Bear continuó con su repertorio
expresado en temas como The Fix, Into The Mirror y Dr.L’Ling, hasta que
luego de media hora con atmosferas agudas, el recinto se vio en calma con la
entrada de la mejor composición de su LP debut, Absinthe Party at the Fly
Honey Warehouse, un momento inolvidable y acompañado por los ecos y delays de Diamond Lightning, sumando alrededor de diez minutos de movimientos lentos entre
los espectadores.
Los de Seattle siguieron con más sonidos
del Infinity Overhead, una pequeña muestra de un rock matemático con Toska,
toques del indie que los caracterizó en un par de canciones que se
desprendieron del Planet Of Ice en 2007, y un cortísimo encore con el que la
banda cerraría un show de aproximadamente 90 minutos con quizás, el tema más
esperado de la noche, Pachuca Sunrise”.
Con un setlist compuesto por más de una decena de temas y una larga trayectoria de aproximadamente doce años, Dave Knudson, Alex Rose, Cory Murchy, Erin Tate y Jake Snider se apropiaron del escenario de El Plaza con maestría, madurez y una técnica impresionante demostrada en cada movimiento sonoro que el quinteto realizó en un íntimo y especial espectáculo dirigido a fieles seguidores del conjunto. El amanecer en Pachuca quedó atrás, la ciudad capitalina observó el naciente sol de Seattle en plena colonia Condesa.
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