Reseña y fotos: @aldoelhombre | Cortesía WMP
Tengo que aceptar que mis gustos musicales no son del todo afines a la fiesta que proyecta la música de Yelle; sin embargo, estar ante la explosión de júbilo de todo un foro, hace inevitable la acción de mover los pies y de encontrarse, sin pensarlo, bailando entre cuerpos repletos de sudor. Caprichosa, glamourosa, pero en el fondo una chispa de sencillez siempre la engancha al gusto de todos.
El Lunario del Auditorio Nacional se vistió de luces para recibir al electro pop francés de Julie Budet; un electro pop fino, vanguardista y apto para todo aquel capaz de encontrar sentido poco inocente en la lírica y el movimiento corporal.
Por espacio de una hora y cuarto, Yelle nos puso a mover la pelvis, increpó contra los hombres con temas como Á cause des garcons y nos recordó años pasados con su hitazo Je Veux Te Voir.
Con una producción bastante sencilla –tratándose de un acto de calidad internacional que encuentra en los visuales una de sus cartas fuertes– la francesa se acompañó de tan solo dos bateristas y una caja de ritmos que no paró de dotar beats durante la noche. Sencillo pero atinado, sobretodo cuando Julie es toda fuerza y protagonismo... elementos fundamentales para concentrarnos en su persona y voz.
Un par de cambios de ropa y coreográficos movimientos de los percusionistas hicieron de la noche un festín. Temas como Ba$in o Coca sans bulles son fuertes declaraciones de ese pop que tiene mucho que decir y que no se auspicia sólo en ritmos bailables, letras que aunadas a un invasivo electro son letales.
