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    martes, 28 de julio de 2015

    Debajo de las luces de neón: reseña a 'Born In The Echoes' de The Chemical Brothers



    Por Alejandro Vargas | @Alex_Giovanni_V 


    Han pasado cinco años desde que The Chemical Brothers lanzó al mercado una de las producciones discográficas más destacadas de su carrera: Further (2010). Durante parte de ese tiempo, el dúo estuvo promocionando su material alrededor del mundo junto con una gira de tamaño gigantesco que dio por resultado un documental bastante prolífico y una nueva camada de seguidores jóvenes ávidos de música electrónica.

    El éxito obtenido hacía creer que todo iba encaminado a que su siguiente producción fuera la culminación de una etapa o el inicio exitoso de otra, pero lamentablemente, Born In The Echoes (2015), el octavo disco de estudio de los ChemBros, se queda bastante corto para las expectativas que muchos teníamos.

    Tras escuchar los once temas que contiene BITE, queda un sentimiento de vacío. ¿Qué es lo que Tom Rowlands y Ed Simons han hecho en esta ocasión?  Todo parece indicar que mutilaron parte del sentimiento fiestero y futurista noventero de Exit Planet Dust (1995) junto con la experimentación y las atmósferas espaciales de Further. Una combinación que lejos de resultar agradable,  resulta incoherente.

    Es bastante extraño pasar de escuchar un tema agresivo como Born In The Echoes (Que por cierto no hace honor a su título por su falta de efectos de eco y de reverb) a Radiate, un corte lleno de gloriosos sintetizadores que parece de otra producción. Otras transiciones un poco menos radicales se encuentran en Go y Under Neon Lights, EML Ritual y I’ll See You There, además de Reflexion y Taste Of Honey; es decir, prácticamente todo el disco está lleno de estas inconsistencias temáticas.

    Los entusiastas de Galvanize, Hey Boy, Hey Girl, Leave Home y demás éxitos ultra reconocidos de los ingleses, no encontrarán una canción que sea igual de memorable en esta producción. El track más comercial del álbum es el sencillo Go y no tiene la fuerza de ningún otro de sus magno-sencillos previos.  



    Under Neon Lights junto con Annie Clark (a.k.a. St. Vincent) y Wide Open a lado de Beck eran dos de los temas que más prometían.  Sin embargo, es lamentable que sólo uno de los dos cortes sea destacado.

    Por una parte, Under Neon Lights quizás esté acompañado de la voz de St. Vincent, pero de ningún modo se siente la presencia de la artista: la voz está lo suficientemente modulada para ni siquiera reconocerla, no hay esa energía o delicadeza que se reconoce inmediatamente en cualquier disco de Clark y además la letra se estanca en los clichés de las canciones que hablan de los clubs de baile; hecho que es sumamente extraño escucharlo de parte de una persona que siempre se ha distinguido por su originalidad.

    Del otro lado, Wide Open es una canción que al igual que Radiate, no tiene nada que ver con el resto del álbum; y sin embargo, suena mejor que cualquier otra de las canciones que contiene. Beck nos ha demostrado que sabe cantar canciones pop de corazones rotos como ningún otro, y esta canción no es la excepción.  Los sonidos con sabor a la década de los ochentas y los guiños discretos que se le hacen al shoegaze durante la parte final, la hacen una canción verdaderamente destacada.

    En pocas palabras, Born In The Echoes es un álbum que no tiene una propuesta sólida, que no trata de comunicar un sentimiento unificado y que no intenta mantener una coherencia entre canción y canción. A pesar de lo anterior, hay dos o tres canciones que no están nada mal y que ameritan un aplauso mediano para dos de los individuos más influyentes dentro de la historia de la electrónica británica.

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    Item Reviewed: Debajo de las luces de neón: reseña a 'Born In The Echoes' de The Chemical Brothers Rating: 5 Reviewed By: Alejandro Vargas
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