El show de Conor Oberst en cinco tiempos

Texto: @aldoelhombre | Fotos: Yunuén Velázquez / OCESA

La entrada que parecía tibia en El Plaza Condesa poco a poco fue entrando en calor. Y cómo no si el show del pasado viernes 30 de enero, prácticamente fue dos por uno. La banda abridora fue Dawes, un proyecto angelino de indie folk ya con algunos años andados. Después de más de una hora de calentar telón y ya con mucha más gente en el foro, Conor Oberst salió a la escena con el sombrero bien puesto para ofrecer 18 temas y casi dos horas de buena música que nos transportó por buen rato a una carretera del sur de Estados Unidos. A continuación los cinco momentos más importantes de la noche:

1.- Como ya lo mencionamos, esta fue la primera ocasión que Dawes pisó suelo mexicano. Además, después de tocar su música, regresaron al escenario para acompañar el ensamble de Conor Oberts. Dawes lleva casi un año acompañando a Conor en su gira y eso se nota: los solos de la guitarra de Taylor Goldsmith empalman precisos con la siempre estable y afinada base de Conor en la acústica. El agradecimiento de Conor hacia la banda fue constante, hasta el punto de dedicarles la interpretación de“Nothing That The Road Cannot Heal”.

2.- La noche empezó con canciones recientes. Conor nos presumió su Upside Down Mountain del año pasado y recordó lo bien que la pasó gradándolo. Después de agradecer y dar un mensaje de optimismo al público, dejó que las cuerdas de su inseparable guitarra vibraran al ritmo de Hundreds of Ways y Zigzagging Toward the Light donde la gene no dejó de acompañar con el “oh, oh, oh. oh” de éste último tema.

3.- Conor se plantó en el escenario de forma íntegra. Incluso, dejó que las memorias del pasado fluyeran por las bocinas del foro; nos referimos a sus andanzas con Bright Eyes, que dieron a la noche el primer momento romántico de encendedores al aire. Del álbum I’m Wide Awake, It’s Morning del 2005, Poison Oak hizo que muchas de las parejas presentes se movieran abrazadas de un lado a otro.

4.- La afinidad de Conor con nuestro país es más grande de lo que pensamos. En 2010 contrajo matrimonio con la mexicana Corina Figueroa Escamilla, situación que trajo comicidad al show. Justo antes de empezar la ejecución de Get-Well-Cards, Oberst dijo al público: “I want to dedicate this song to my suegra”.

5.- Pasada la docena de canciones Oberst y Dawes abandonaron el escenario para dejar que los aplausos de los presentes los trajeran de vuelta.Conor regresó solitario con una cerveza chorrenate en una mano y su guitarra en la otra para entonar la romántica First Day Of My Life. Le siguió Soul Singer in a Session Band que dedicó a todos sus amigos y conocidos que recién llegado a Nueva York se encargaron de hacerlo sentir como en casa.

10:03 a. m.