Aún se recuerda cuando la NME tenía
en un pedestal al trío inglés; cómo olvidar a los ganadores del Mercury Prize
del 2007; a esos chavos creadores de una nueva ondita, a la que llamaron New
Rave; a un disco, Myths of the Near Future, que en sí era un hitazo, y a un
segundo álbum, Surfing the Void, no tan malo… como lo que nos entregan este
año.
Cuando llegaron las noticias a
inicios de año del reencuentro de James Righton, Simon Taylor Davis y Jamie Reynolds
¡vaya que se generaron expectativas! Se pensaron cosas como: “¿Será la
reivindicación de la banda?” “¿Nos espera el álbum el año?” Nada de eso,
señores, nada.
Love Frequency fue diseñando para
las pistas de baile. Sí, sin más. No se pensó a profundidad en cada pieza del
disco. No quiero decir que están mal hechas. Pues la producción corrió a cargo
del mismísimo James Murphy y de The Chemical Brothers. ¿Se requiere otro motivo
por el cual sentirnos más decepcionados?
Al iniciar el disco, con New
Reality, se pronostica a dónde nos llevará Klaxons. Un sintetizador atascado y bastante insípido da la apertura a un disco
aburrido. La repetitividad de There Is No Other Time mantiene atrapado al escucha, deseando la masterpiece que nunca llega…
Entra Show Me A Miracle, su nuevo
sencillo, y no pasa nada. Presume de buenos arreglos, todo lo necesario para
una noche de fiesta, en el antro, en la disco, en el club, en donde sea, el
punto es bailar.
Ni ese descubrimiento que tuvieron a favor con el bajo distorsionado, en sus dos placas anteriores, los salva del desastre
que son responsables. El claro ejemplo es Invisible Forces, donde repiten la
misma fórmula del bajo con overdrive a full y los ya clásicos acordes del
teclado.
Eso no se hace, Klaxons, para eso nos regalaron las maravillosas Atlantis To Interzone y Gravitys Rainbow. Gracias, pero no queremos malas copias.
Eso no se hace, Klaxons, para eso nos regalaron las maravillosas Atlantis To Interzone y Gravitys Rainbow. Gracias, pero no queremos malas copias.
Decepciona mucho Love Frequency. Cuando
la demanda es música para un verano, la industria traga. Seguramente muchos Djs
tomaran algunas canciones para hacer unos cuantos remixes, no hay duda. Los tracks
de esta tercera placa rondarán por las playas este verano. Sin embargo, no
llegará a más la última entrega de Klaxons.