Hace algunos días les hablamos del excelente regreso de Franz Ferdinand tras haber editado un álbum en el 2009 (Tonight) que nada más no prendió; ahora les platicamos de otra banda que está de regreso con la promoción de nuevo disco, y que al igual que los escoceses con su placa anterior, pasó… muy desapercibida.
De esta banda se esperó mucho y por eso permaneció en el ojo de todos los medios. Congratulations (2010) tuvo rolitas que gustaron, y otras que ni pegaron. Así es, Andrew VanWyngarden y Ben Goldwasser vuelven después de tres –largos- años con disco homónimo, MGMT.
Sí, todos compramos a MGMT por la felicidad onírica de su pop psicodélico que nos vendió en Oracular Spectacular; esos grandes temas como Time to Pretend, Electric Feel o Kids.
Ahora llegan –por segunda vez- de ese despegue tan acelerado que nos hizo ver a esta dupla como la banda más prometedora. Pero, ¿vuelven triunfantes a la Franz Ferdinand o vuelven para quedar en el olvido perpetuo?
Alien Days abre MGMT, y la verdad es muy buena. La psicodelia es notable; es linda y armoniosa, permanece en los odios dulcemente. Recuerda un poco a The Beatles ¡No miento!
MGMT es un disco muy denso, se vierten muchas capas de sintetizadores; una tras otra generan una mezcla espesa que pocas veces la rescata el suave tono de la voz de Andrew, pero en ocasiones pasa lo contrario, tal es el caso de A Good Sadness, Cool Song No. 2, I Love You Too, Death o Astro-Mancy, donde la entrada del extrovertido cantante transfigura las melodías y las hace más obscuras.
Sin embargo, entran las tonalidades alegres –o sarcásticas- en los sintetizadores, guitarras y bajo en Your Life is a Lie, rolita clave, pues es un track exquisito y crudo, además de haber sido el sencillo con el que se inició la promoción de este nuevo álbum.
También hay alegría en Plenty of Girls in the Sea, y de nuevo, se presenta la psicodelia a flor de piel. An Orphan of Fortune cierra el disco con una bella introspección. De esta manera acaba la tercera placa de una agrupación que ha crecido mucho, es evidente en cada una de las canciones de MGMT.
El problema no es el crecimiento, la problemática se haya al no cuajar un disco que pintaba para más; al no aplicar los elementos de la fórmula para crear los hits. ¡Lo peor de todo es que MGMT tiene los elementos, y de sobra!
¿Qué pasó por las cabezas de Andrew y Ben en la producción de MGMT? ¿Los seguirán amando los fans de siempre sin importar las nuevas generaciones? ¡Basta de vivir de pasadas glorias, es tiempo de que nos entreguen algo fantástico!
Insisto, es un buen álbum, pero sólo eso, un buen álbum.