Existe un remedio para combatir la enfermedad de la inmediatez que aqueja a las nuevas generaciones: la perfección; ésta, sea la obra que sea, permanecerá intacta a lo largo del tiempo no importa qué y aunque Jamie xx no esté consiente de ello, In Colour es el manifiesto que se encarga de gritar que la buena música llega para quedarse.
Más allá de lo que podamos pensar de Jamie XX existe In Colour, nombre que encaja adecuadamente al resultado caleidoscópico del álbum, que funciona como recordatorio vital de que los sampleos y loops puede tener alma y pasión en sus mezclas.
El disco comienza con una bomba titulada Gosh que con patrones rítmicos reverberantes y vocales ocasionales no hace más que explotar en tu cabeza, efecto que abre paso a la lluvia de éxitos.
Golpeándote track por track, In Colour da giros sorpresivos que logran mantenerte atento a cualquier cambio sónico que sabes que disfrutarás, enviciando tus sentidos desde el primer momento que lo escuchas con canciones como Sleep Sound, Hold Tight y The Rest Is Noise que nacen con la capacidad de poder adaptarse a cualquier club nocturno que generes dentro de tu mente.
Opuesto al sentimiento anterior y para demostrar que no todo es luces de neón y baile y que también hay espacio para el dolor y la melancolía están Strangers In a Room y Loud Places que vienen a acompañadas de las voces minimalistas de sus compañeros de The xx que nos hablan de la gran importancia que Romy Madley y Oliver Sim tienen sobre Jamie.
La canción que más destaca de ésta primera entrega es, definitivamente, I Know There's Gonna Be (Good Times) que llega como una oleada refrescante de melodías reggae mezcladas con un poco de hip hop, que sin duda será el himno de este verano. Ésta pieza nos hace ver que este disco sintetiza las grandes influencias de Jamie que van desde el soul, techno y disco desafiando la categorización de su música hecho que logra un resultado increíblemente acogedor.
Gril, por su parte, se encarga de llevarte al final de este material con una mezcla sutil de sonidos que acaban inesperadamente dejándote con ganas de más, lo que ocasionará que repitas el disco más de una vez.
La dedicación de Jamie aunada al esfuerzo de llevar al límite su creatividad se contrapone a las nuevas tendencias del desapego que nos bombardean con tracks virales que no van más allá de la noticia del día, dando como resultado una de las obras más importantes del año.
