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Everyday Robots es el primer disco solista de Damon Albarn, un trabajo que levantó muchas expectativas al tratarse del primer material en solitario de uno de los músicos más productivos, influyentes y reconocidos de los últimos años. Y es un disco, en muchos aspectos, tal y como se esperaba. Es un álbum que denota nostalgia, plagado de armonías y letras reflexivas, muy del estilo que ha manejado Damon al estar lejos de Blur o Gorillaz, jugando con una dualidad entre melodías sencillas y amables que se vuelven densas y casi oscuras durante ciertos pasajes.
El inicio, con Everyday Robots y Hostiles es muy tranquilo y con la peculiar voz de Albarn sobre un par de dulces melodías. Es la constante, aunque después vienen canciones como Lonely Press Play con una base rítmica más importante y Mr Tembo, uno de los temas más alegres y esperanzadores del disco, en el cual la melodía se vuelve entusiasta y los coros femeninos al estilo góspel dan otra tonalidad a este inicio sombrío y reflexivo.
Parakeet es un bonito interludio de 46 segundos casi justo a la mitad del disco, un piano constante jugando con ejecuciones de lo que parece ser un xilófono, para crear una melodía grandiosa. The Selfish Giant nos regresa a un estado melancólico e introspectivo, cortesía de un piano (instrumento omnipresente en todo el disco) y una letra que habla sobre drogas. You & Me es una de las canciones con mayor número de arreglos; a medio tema aparece un sintetizador que “engancha” a la perfección con la línea melódica, haciendo de esta otra bonita canción.
Hollow Ponds es en cierto sentido la pieza más cercana a lo que es Damon Albarn como músico. No es que las anteriores no parezcan canciones del frontman de Blur, pero en este punto aparecen pasajes más oscuros, además cuenta con la intervención de instrumentos peculiares corno percusiones y sintes que hacen una canción casi solemne. Aquí se ve mucho de aquel Dr Dee de 2012. Seven High es otro interludio bien cimentado; otra vez, solo una melodía de piano con un mix interesante de sonidos “vanguardistas” cuya duración es de apenas un minuto. Muy del estilo de Albarn.
Photographs (You are taking now) es otro de los temas destacados del disco, una de las canciones más sencillas, pues lo que se escucha son sampleos que hacen las veces de coro y los siempre bienvenidos beats que dan color al tema. The History of a Cheating Heart es aún más sencilla; solo la voz de Damon acompañada por una guitarra acústica que no para de arpegiar. Otro de los momentos más íntimos del disco, mismo que tiene un final épico. Y es que Heavy Seas of Love es el track doce, el que cierra el primer disco de Damon Albarn como artista solista. ¡Y qué canción! En ella cuenta con la colaboración de Brian Eno como vocal en los versos y es la más entusiasta, rítmica y melódica de todo el material.
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