Reseña: Alexis Ortiz
Fotos: Oscar Villanueva | Cortesía OCESA
En una noche de fiesta llena de energía, sorpresas y alegría, Little Jesus se presentó en El Plaza Condesa con buena parte de su corta discografía y mostrando por qué se están consolidando como una de las mejores bandas de la escena mexicana.
Alrededor de las 7 de la tarde se abrieron las puertas del recinto. Mientras la banda se preparaba para salir, los asistentes convivían con sus amigos o parejas, mencionando cuáles canciones querían escuchar. Y así, entre risas y cervezas, el tiempo pasó rápido.
A las 9:15 apareció Ela Minus, que sorprendió a quienes no la conocían. Junto a su set de sintetizadores, no se intimidó ante una audiencia ajena a sus canciones pero respetuosa ante ella y tomó confianza al grado de bajar del escenario para bailar con todos los que se encontraban al frente.
Luego del aperitivo que fue la aparición de la originaria de Colombia, llegó el plato fuerte. Little Jesus entró a escena, abriendo con Nuevos Amigos y una explosión de papelitos, teniendo como efecto la la escalada en emoción de un público desbordado ante su presencia.
Como es costumbre (una muy mala) el entorno se iluminó más por las luces de las pantallas de los celulares grabando el suceso que por las luces del escenario. Siendo esto una muestra de lo importante que es mostrar/presumir en las redes sociales, que se estuvo en el evento, en lugar de disfrutarlo sin estar lampareando a los demás.
En el escenario también hubo desperfectos, sin duda el más grande fue cometido por la chica que acompañó a LJ a cantar TQM, canción De Rio Salvaje en la que originalmente colabora Ximena Sariñana. Lamentablemente la chica no se sabía la letra, y se mantuvo durante toda su participación con iPhone en mano leyendo la rola.
Lo anterior fue un hecho aislado, y la presentación fue emocionante de principio a fin, teniendo diversos invitados a lo largo del evento, entre ellos Rodrigo Blanco (Rey Pila), Los Románticos de Zacatecas, Ela Minus, Vaya Futuro, Santiago Mijares (Big Big Love). A los anteriores se sumó la aparición de personajes que la banda liderada por Santiago Casillas ha utilizado para algunos vídeos, como el marciano que aparece en el clip de La Magia y el sujeto que baila en Norte.
Uno de los momentos cumbre ocurrió cuando el público le cantó las mañanitas a Santiago, quien junto a sus compañeros, no paró de mostrar gratitud a la audiencia por estar presente esa noche.
La emoción de la gente hacía que el suelo del lugar temblara por instantes, los gritos agudos clamando por canciones como Berlín, Azul, Químicos y Norte eran frecuentes, y al final escuchados por la banda capitalina.
Quien se robaba el show por lapsos era el baterista de la banda, Manolo Sánchez, alias “Truco”, quien saltaba de su lugar para ir al frente del escenario a mostrar sus peculiares pasos de baile, y generar la ovación de los presentes, quienes le devolvían la acción clamando su apodo.
La Magia fue la pieza que despertó más euforia en la noche. “Nosotros las canciones, ustedes la magia”, dijeron, y acto seguido tocaron suscitando el júbilo expresado en brincos, gritos originando un estupor a causa del sudor emitido por todos, aunados al canto al unísono del respetable.
Finalmente, la despedida llegó después de casi dos horas de música con Azul, tema donde todos los invitados invadieron el escenario para brincar, cantar y abrazarse tras una noche de éxito para Little Jesus. los papelitos voladores aparecieron de nuevo mientras el escenario se iluminaba del color aludido, dejando a todos satisfechos, con la voz ronca, llenos de sudor por haber presenciado un gran show.
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