Por: @KevinFripp
Fotos: Yunuén VelázquezA las nueve de las noche con catorce minutos, sin necesidad de una banda abridora, ni de esperar tiempo extra para subir al escenario, el cuarteto liderado por Hayden Thorpe tomó sus instrumentos y dio inicio a la velada con Reach A Bit Further, una de las favoritas de su aclamado álbum Smother.
El público, aunque era poco, coreaba con enjundia cada una de las canciones (o al menos las que se sabían) y bailaban, brincaban, grababan y/o tomaban algunas fotos con su celular o se mecían de un lado a otro. Mientras tanto, en el escenario, la batería destilaba ritmos que atraían a toda la audiencia e incitaba a mover el cuerpo sin importar si te movías cual Mick Jagger. En este hipnotizante ritual encabezado por Thorpe, combinaba sitetizadores delirantes con riffs de guitarra pulcros, acompañados de un ‘groove’ de bajo que golpeaba fuerte en el pecho y juntos se convirtieron en el ‘soma’ de la noche.
La entrega de la banda al principio fue un tanto soez. Pero conforme avanzaba la noche dejaron de lado su pose ‘mirrey’ (seguro ignoran lo que esta palabra sginifica) y empezaron a conectar mejor con los asistentes con divertidos e inocentes intentos de español. Hasta aprendieron a decir “cheers” en nuestro idioma, y entre risas celebraron con todo el recinto el famoso: ¡salud!
El setlist estuvo compuesto, en su mayoría, por temas de su más reciente material Present Tense, como Mecca, Sweet Spot, Pregnant Pause, A Simple Beautiful Truth y Daughters. A pesar de la inconformidad de muchos fans que pedían más, la banda sorprendió con temas como Albatross (naturalmente la que todos se sabían), seguida por The Devil’s Crayon, una espléndida combinación de sonidos .
La primera etapa terminó con A Dog’s Life, una pieza principalmente compuesta por el sintetizador y la poderosa voz de Tom, que provocó el efecto ‘piel chinita’ en más de uno.
Regresaron al escenario con su más reciente hit y primer sencillo del último álbum Wanderlust, la cual fue coreada con mucho entusiasmo entre el público; mientras en la espalda de Hayden ondeaba una bandera mexicana con la leyenda: “Wild Beasts, México-UK”. Los de Kendal, con agradecimiento cortés, despidieron el escenario para no regresar más con Lion’s Share, que logró sacar varios suspiros y una que otra lagrimita.
