Por José Bautista
Cuando una banda emergente toma “algo prestado” de las míticas agrupaciones que marcaron la historia del rock, las opiniones –hacia la nueva banda– se tornan violentas: desasen hasta no dejar nada o alaban como a dioses.
Temples se enfrenta a este problema al tomar las influencias psicodélicas de las bandas que le dieron auge en los setenta como The Beatles, Pink Floyd o The Byrds; demás, por si fuera poco, también tiene otro dilema al ser comparada con la banda portavoz de la psicodelia actual: Tame Impala.
Las opiniones son fragmentadas, está claro. Por lo tanto, ¿qué es lo que podemos decir acerca de la banda liderada por James Bagshaw de la que se esperó mucho por todo el hype a su prelanzamiento; que carga un gran peso por las expectativas de la –absurda–comparación con los australianos creadores de uno de los mejores discos, del 2012, Lonerism?
Es fantástico que bandas actuales retomen los momentos mágicos del pasado: crear a partir de ellos y hacer algo nuevo. Entiéndaseme nuevo como el retomar las bases para crear, no para recrear, como lo hizo Tame Impala en sus dos placas. Temples, al contrario, sólo manufactura con lo hecho por las bandas pioneras en el género. Pero… ¿eso es bueno? Claro. Somos muchos a quienes nos marcó el Revolver con sus emblemáticos temas, las melódicas voces de de The Byrds y los ambientes oníricos de la psicodelia.
Viene Temples con canciones tan hipnóticas como Colours To Life, pasividad efímera en A Question Isn't Answered, retomando momentos dulces y poperos con The Guesser, incrementando su lado Pink Floyd –con Syd Barrett- en Move With The Season o un poco más ponchado con Sun Structures , y, eso sí, experimentado un poco, tan sólo un poco, con Mesmerise y Keep In The Dark que mantienen esa delgada línea en la producción de lo vintage y los sonidos extra.
Todo Sun Structures está lleno de singles, aunque no salgan oficialmente; los 12 tracks tienen belleza en esencia, al concluir una canción sigue otra cada vez mejor. En definitiva es un excelente debut, los ingleses nos entregan algo digno, muy digno de escuchar.
No los perderemos de vista. Aún pueden crecer, y tal vez, entregarnos algo más grande; esos destellos de gloria que dan en Mesmerise y Keep In The Dark pueden florecer en otro álbum con el sello Temples y ser algo que dejará sin palabras al mundo entero.
